Durante la noche cerrada, en la que creí conocerle, escuchaba el susurro de las eses mudas que se escudaban en sus palabras. Dibujaba el color de su mirada y olor de sus ojos. Durante la noche cerrada le imaginaba repleto de añiles y de verdes. Le intuía entre rojos y corales. Le abrazaba entre amarillos y mostazas. Durante la noche cerrada en ocasiones le observo mientras duerme. Lo hago con sigilo y le presto mucha atención. Me adentro en sus sueños y le invito. Durante la noche cerrada, entre el oscuro de sus azules y añiles, me adentro en su alma y me apropio de lo que no me corresponde. Me apropio de lo que no quisiera, lo dejo vacío y sin argumento. Le robo los sueños, durante la noche cerrada.
Y ya cuando amanece le devuelvo lo poco que me presta. Que no es casi nada, pero me sobra y me basta para descomponerme el alma.
Buenas noches.