Tres años, ya hace tres años que te marchaste.
Y bien, podría contarte todo lo que me ha ocurrido desde que me apretaste la mano por última vez, pero no creo que pienses que sólo me acuerdo de ti porque hoy es un día señalado en mi calendario de por vida. Además ya sabes que a mí no me gustan demasiado las pasteladas...Ya sabes que yo no soy así y que me gusta hacer las cosas cuando creo que debo hacerlas, no por obligación ni por compromiso.
En todo este tiempo he aprendido muchas cosas sobre la vida y la muerte, sobre el sentimiento de la nostalgia y de la ilusión, entremezclado con la amargura, y la fuerza y el valor de seguir caminando,...aprendiendo a disfrutar de las cosas en el momento en el que se tienen, en el que son palpables y se pueden abrazar. No me quiero poner melancólica, puesto que nuestros lazos fueron cuanto menos, curiosos.
Y aún en el fondo se, que aunque siempre te costara bastante mostrar tus sentimientos y a pesar de luchar durante mucho tiempo contra algo que cada día te iba consumiendo las entrañas, poseías la fuerza pertinente para mostrarme que la vida, aunque en ocasiones sea turbia y amarga, tiene momentos que merece la pena saborear.
Me enseñaste lo más importante, aunque no lo creas, aunque no fuese ese tu propósito... Me enseñaste algo tan importante como el afán de superación y la lucha, la lucha por algo que consideramos importante, como son los sueños.
Por eso y por muchas cosas más, te mando otro fuerte apretón de manos, ya sabes,... y a veces te echo de menos.
Y bien, podría contarte todo lo que me ha ocurrido desde que me apretaste la mano por última vez, pero no creo que pienses que sólo me acuerdo de ti porque hoy es un día señalado en mi calendario de por vida. Además ya sabes que a mí no me gustan demasiado las pasteladas...Ya sabes que yo no soy así y que me gusta hacer las cosas cuando creo que debo hacerlas, no por obligación ni por compromiso.
En todo este tiempo he aprendido muchas cosas sobre la vida y la muerte, sobre el sentimiento de la nostalgia y de la ilusión, entremezclado con la amargura, y la fuerza y el valor de seguir caminando,...aprendiendo a disfrutar de las cosas en el momento en el que se tienen, en el que son palpables y se pueden abrazar. No me quiero poner melancólica, puesto que nuestros lazos fueron cuanto menos, curiosos.
Y aún en el fondo se, que aunque siempre te costara bastante mostrar tus sentimientos y a pesar de luchar durante mucho tiempo contra algo que cada día te iba consumiendo las entrañas, poseías la fuerza pertinente para mostrarme que la vida, aunque en ocasiones sea turbia y amarga, tiene momentos que merece la pena saborear.
Me enseñaste lo más importante, aunque no lo creas, aunque no fuese ese tu propósito... Me enseñaste algo tan importante como el afán de superación y la lucha, la lucha por algo que consideramos importante, como son los sueños.
Por eso y por muchas cosas más, te mando otro fuerte apretón de manos, ya sabes,... y a veces te echo de menos.
Vaya... venía a decirte que el playlist de Septiembre ya me lo había bajado y que suena bastante bien, pero me he encontrado con esto primero.
ResponderEliminarNo sé qué decirte, supongo que de todas las cosas, ya sean buenas o malas, magnificas o traumáticas, se aprende algo.
Un besito.
Mi padre desde pequeña siempre me ha canturreado esto
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=4tfBJoJJYIg
Imagino que lo conocerás, pero cada vez que lo escucho no puedo evitar emocionarme.
Un saludico
Que foto más bonita.
ResponderEliminarNo hay nada más valioso que lo que te enseñó,luchar por lo que tu creas que importa.
lo.
www.lovintrash.blogspot.com
pd:soy fanfan de tus textos.
Me encantó la publicación y la música fue buena compañera :)
ResponderEliminarsaludos.