domingo, 10 de enero de 2010
Lo que más lástima le daba era el hecho de que a partir de ese momento se comportaran como dos meros desconocidos.
(Eso le concomía las entrañas, hasta dejarlas del tamaño de un guisante)
2 comentarios:
Iñigo
10 de enero de 2010, 13:37
Ella es tímida, lo presiento.
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eme
10 de enero de 2010, 15:42
Me han gustado mucho estas tres líneas.
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Ella es tímida, lo presiento.
ResponderEliminarMe han gustado mucho estas tres líneas.
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