Hay que seguir, seguir el camino hasta donde no alcance la vista. Itaca no existe, pero existe todo el sendero a través del cual podrás hacer realidad todos esos pedacitos de ilusiones que cada día, cada momento, hacen que el hecho de poder respirar, poder sufrir, llorar, reír, sentir, besar, abrazar...hacen que todo esto merezca la pena. Y luego está el amor, la complicidad, la comprensión, la humildad, la esperanza, el deseo... Luego todo esto moldea tu carácter y la forma en la que te enfrentes y superes tus miedos.
Me ha tocado ser volcán, en estado latente hasta que irrumpa el incendio.
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