Qué niña mona ni qué ocho cuartos.
Yo no quiero ser nada de eso.
Ignorante.
La belleza se pudre, como se pudren las manzanas en el frutero de la cocina.
Y luego qué te queda. Te quedan los putos huesos.
Pues come huesos hasta que revientes.
De todo se aprende.
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