Basta ya de hacernos creer que somos infelices. La sociedad necesita un revulsivo.
Está bien. Comencemos a creer en nosotros mismos, en nuestros hechos, en nuestras emociones. Comencemos a ver las cosas de otro modo, a disfrutar con lo más efímero.
Comencemos a sonreír,...y a aprender a amar, de verdad, de corazón...porque NO sabemos.
Muchos trocitos quemados hacen una hoguera.
Llevémosles a la hoguera a ellos. Yo ya pongo mi trocito, está en llamas.
(Estoy harta de tanta desconfianza)
y yo, muchísimo.
ResponderEliminarEs cierto, pero la felicidad es difícil ¿no? O nos la creemos así al menos. Posiblemente seamos todos unos neuróticos que no sabemos ver lo que tenemos delante de nuestras narices.
ResponderEliminarVamos a la hoguera.