A pesar de que decida poner tierra de por medio, todos los días me dan ganas de saber qué tal te va y qué tal estás. Todos los días me gustaría enseñarte algo y compartir algunas risas... Pero yo que considero la amistad como el bien más preciado de todos y puesto que, visto lo visto, en el fondo yo no era nada más que un simple pasatiempo disuasorio, decido ponerle fin con mi más dolor de corazón.
Quizás algún día abras los ojos y te des cuenta de que las personas están ahí siempre, en todo momento y que no se puede prescindir de ellas cuando parece que todo nos marcha de puta madre. Así no funciona el asunto, así conmigo no funciona.
Sé que algún día te darás cuenta, si es que no te has dado cuenta ya.
¿No has pensado que no vale la pena? Te has empeñado en alargar tu idealización de algo que no existe. Duele, pero realmente te sientes genial, como si te quitaras un peso de encima, cuando por fin abres los ojos y sales de esa visión empañada que nos nubla en una relación. (Que bendita sea, porque si no existiera, no nos enamoraríamos).
ResponderEliminarUn ignorante no sabe reconocer nunca lo que tiene delante de las narices. Peor para él. Sólo él pierde. Y si algún día se da cuenta, pues mira, ese disgusto merecido que se lleva.
Valiente.