lunes, 30 de mayo de 2011

No se puede ser trascendental sobre un colchón de clavos ardientes.
No se puede. No.
De la misma forma que no se pueden forzar las situaciones ni intentar descifrar lo que te está pasando por la cabeza en este preciso instante. A saber...
Lo mismo ya he perdido esa chispa que me caracterizaba, o lo mismo hacía demasiados días que no tenía tiempo para pensar en mí misma, en mí, en yo: como cosa, animal y persona... y ahora que he dejado aparcadas mis tareas cotidianas y he puesto tierra de por medio lo veo todo quizás un poco más nítido. Pero aviso, sólo un poco. El resto sigue igual de borroso como siempre. Me pregunto qué es lo que pasa. Qué demonios pasa. Qué pasa conmigo, contigo, con él, con ella, con nosotros, con ellos... El mero hecho de que me haga esta serie de preguntas no conlleva ningún tipo de respuesta directa, tampoco la quiero descifrar, ¿para qué? ¿Acaso sirve de algo? Error. Craso error.
Me encuentro cansada, terríblemente cansada y exhausta. No duermo, no consigo conciliar el sueño de ninguna de las maneras, el mero trinar de un pajarito eventual me despierta, la persiana que baja desde el otro lado de la acera, la cañería del piso de abajo, el reloj de la pared... Basta. Basta ya de pensar en tiempos pasados... o peor, basta de vivir de ilusiones y de sueños frustrados que siempre se quedan en meras coincidencias o simples anécdotas mentales, apuntes de quinceañera desquiciada. No puedo más con esta farsa, no puedo pensar en intentar dejar de pensar. No puedo intentar parecer más inocente de lo que en realidad soy, no puedo humillarme más, no. No me gusta tener que aguantar situaciones que no estoy dispuesta a aguantar, no me gusta ser tolerante con aquellos que no lo son, no me gusta morderme la lengua, no soporto que no sepas ver más allá de tus narices... pero eso no, eso no te lo puedo enseñar yo mientras intento concentrarme tumbada en un colchón de clavos. Y a veces incluso pienso que quizás en el fondo ni te lo mereces... pero luego se me pasa, como siempre.

3 comentarios:

  1. Lo qu da de sí las noches sin dormir....

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  2. Ay, creo que estos días son noches sin dormir para todos, yo intento poner la mente en blanco y acabo pensando en pasado, presente y futuro.

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  3. Identificación total con las siete últimas líneas.
    No sé qué es, pero etapa por etapa siempre me siento identificada con lo que escribes, en ese momento, me engancho a leerte por lo mismo.

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