domingo, 24 de enero de 2010

Viaje en autobús

 “Belle & Sebastian: Women´s realm”. Domingo, diez y cuarto de la mañana. El cielo esta perlado y los adoquines mojados. No hay nadie por la calle, excepto algún que otro anciano paseando con ritmo intermitente y algunos jóvenes que presuntamente vuelven de desayunar en una cafetería después de una larga noche de fiesta, porque tienen cara de sueño y caminan cabizbajos. Está lloviendo, bueno, medio lloviendo, es de ese tipo de lluvia que apenas se nota pero que al final termina empapándote por completo. 
Como siempre, camino apresurada, voy con el tiempo justo, esta mañana me ha costado levantarme porque ayer me acosté demasiado tarde, era sábado y no concibo un sábado en la cama antes de las dos de la madrugada.


Llego a la puerta de la estación de autobuses y pego dos caladas profundas al cigarrillo que venía zarandeando, compro el billete y me dirijo hacia el vehículo rápidamente, le doy los buenos días al chófer que me mira con cara de resignación y rompe mi ticket con autentica desgana. Me subo, miro al resto de viajeros y mientras compruebo si queda algún asiento libre en la fila derecha, ventanilla, hacia la mitad. Me gusta sentarme por esa zona, así puedo observar desde una distancia prudente pero cercana a los demás ocupantes, ver qué hacen, qué leen, ver sus miradas y así inventarme sus historias,... cosas de esas.


Ahora suena “ My maudlyn Career, Camera Obscura”, (Menos mal).- pienso. Lo cierto es que debería dormir un poco e intentar recuperar esas horas que le debo a mi querido reloj, porque sí, porque vuelvo a repetir que ayer me acosté tarde y hoy me siento muy cansada. La culpa es de un libro que me tiene completamente abducida, pero no es la excusa, no, porque si no es por un libro es por una ilusión, o es un amor, o es una preocupación o es una paranoia. Siempre hay algo que me corrompe a la hora de contar ovejitas y de un tiempo a esta parte me ocurre a diario, en el momento justo en el que me reencuentro con mi querida almohada, (que no es mía, pero como si lo fuese), justo en ese instante comienzo a repasar lo del día anterior, pero sobretodo,  cavilo sobre mi próxima vida en la capital, así que me dan las mil y sin dormir...Bueno, también hay muchas cosas más, claro,entre otras tantas, suelo mirar hacia atrás, miro esta ciudad que se va alejando...




Estoy impregnada de recuerdos que he ido acumulando en la vieja Iruña, que no son pocos, son cinco años, cinco, la veinteava parte. ¡Ay, Pamplona! querida y odiada al mismo tiempo!, (que sé que es lo mismo)... En ella ha sucedido casi todo lo importante: aquí comencé mi carrera profesional, estudié, conocí la verdadera amistad, me enamoré, aquí perdí mi inocencia, esculpí mi carácter, experimenté, reconocí  y clasifiqué mis propios errores, cometí locuras, inventé mi universo, descubrí la música que me hace latir, aquí descubrí los tragos amargos de la decepción... aquí todo, o casi. (Uy, me estoy dando miedo porque conforme escribo todo esto noto como mi vista se nubla y mis ojos se humedecen, me emociono fácilmente, soy una blanda en el fondo...) 
Esta ciudad acogió en su día a una niña y ahora se despide de una mujer, bueno, no se despide, que a mí no me gustan las despedidas, sólo me perderá de vista durante una temporada. Quién sabe, a lo mejor dentro de un rato me vuelve a acoger con nuevos proyectos y nuevas ambiciones, con otro prisma por el que observarme...todo da muchas vueltas, muchas, muchas, muchas, y nunca se sabe, por mucho que creamos que sabemos ya. 


Yo seguiré igual, aquí, a trescientos o a cuatro mil kilómetros de distancia. Seguiré risueña, implacable y astuta, seguiré dibujando y garabateando servilletas de papel,  seguiré tarareando en la ducha y cosiendo los botones que se me van perdiendo por el camino, seguiré intentando dibujar sonrisas y haciendo felices a todas las personas que aprecio, seguiré trabajando duro hasta quedarme exhausta, seguiré siendo yo...










En ocasiones los viajes en autobús son demasiado trascendentales... Sigo escuchando música, ¡Oh! M. Ward, “To save me”... 
















Soy feliz, joder. Lo soy.


7 comentarios:

  1. Recuerdo mi "último" día en Pamplona. No paré de llorar en horas.
    (Y digo último con comillas, porque tuve que volver. Se echa de menos, joder)

    ResponderEliminar
  2. Yo me voy dentro de poco también,... y sé que voy a llorar como una magdalena...
    Y volveré, volveré para hacer una mega fiesta para todas aquellas personas que han compartido recuerdos conmigo, porque se lo merecen.

    :)

    ResponderEliminar
  3. Los comienzos son siempre duros (aunque sea un tópico es verdad, te lo digo yo que no paro de moverme) pero de todo se aprende y todas las experiencias nos marcan y nos hacen más fuertes...

    Mucha suerte con tu nueva vida!

    un beso,

    Elena.

    ResponderEliminar
  4. Tu tranquila, que en cuanto lleves un par de semanas por lo madriles ya no te vas a acordar de Pamplona ni por asomo. Y mira tu que tengo unas ganas increibles de tenerte por aquí. Va a ser genial, ya veras. Ademas con lo culo inquuieto que tu eres seguro que tienes un monton de proyectos en mente y en papel, claro. Si al final te vas a hacer famosa, ya veras, que tienes carisma, un carisma enorme y no soy quien para decirtelo pero hay gente que no va a poder soportar que brilles mas que ella, asi que tendras que tener paciencia y dejarte llevar. Eso sí, nada de novios rancios, que si para rancios ya estoy yo en el caso. ¿Como llevas todo? ¿hay curro? ¿Ha resucitado? ¿Y lo navideño?...
    Chica, llevo un tour agotador.

    ResponderEliminar
  5. mira que horas! arg! tu eres la culpable y ademas escribo fatal.
    Estoy enfadado, vas a tener que invitarme a una caña para hacer las paces. Otra cosa ¿esto lo leen todos?
    Puedo ser muy malvado, pero me voy a portar bien y no voy a decir que hay mucho tonto suelto.
    Y ah! Me hace muy felíz verte tan contenta y en el fondo deberías dar las gracias a esas cosas que ocurren a veces y que nos hacen reflexionar y actuar y perseguir sueños. Si no llega a ser por ese momento de amargor ahora no estarías en esta situación. eres consciente, verdad?
    Se tu misma siempre y acertaras.

    ResponderEliminar
  6. Ja, ja, ja. Sí, ya le enviaré un ramo de flores como agradecimiento.
    No se sabe nada, tú te crees? Yo ya paso. Y por lo demás...mmmm, pues luego te mando un mail y te lo cuento. Soy un culo inquieto! Mejor inquieta que rancia, no?
    :P

    ResponderEliminar
  7. Ja,ja! Tus mails son lo mejor. No se como lo haces pero siempre consigues que me ria a carcajadas, señorita caracter! Diras lo que quieras, pero tu siempre vas de frente, eres transparente, no lo niegues. y mas buena que el pan, y estas aun mejor.
    jaja.
    toma ya!

    ResponderEliminar