domingo, 17 de julio de 2011

diálogo IV

  • A: En el fondo no sé muy bien lo que quiero.
  • B: claro que lo sabes, todo el mundo lo sabe.
  • A: No, no estoy segura. Aquello que quiero varía conforme pasan las horas.
  • B: seguro, pero habrá una línea contínua respecto a algo que realmente deseas.
  • A: Mmmm... Estas cosas de desear son un tanto extrañas. A veces deseo que me abracen, otras deseo una buena dosis de sexo, otras símplemente que me hagan cosquillas por la espalda, otras tantas sentir el calor de alguien que duerme contra mi espalda, otras deseo bailar hasta quemarme los pies, o cantar, o dibujar su fotografía, a veces quiero salir corriendo, o incluso refugiarme en mi habitación sin tener que dar explicaciones de nada a nadie... No sé lo que quiero, ya te lo estoy diciendo. No puedo ser una fanática de alguien. No puedo seguir hasta el final... Sólo soy capaz de darle todo aquello con lo que verdaderamente alguien pueda lucir en su mayor esplendorosidad... Y tampoco me veo capaz de dar nada más... Yo también me quiero mucho a mí misma y es muy difícil entregarse a alguien por completo, perdería mi propia esencia con ello... Y no, no puedo hacer tal cosa por que, ¿Y si un día termina?, si un día termina ¿dónde me encontraré yo de nuevo?
  • B: ya me estás hablando de miedos de nuevo...
  • A: No es miedo, es realismo.
  • B: No taches de realistas a sueños frustrados.
  • A: No lo hago, pero mírame. Mírame dónde estoy yo y dónde estás tú. Estamos a años luz y eso no va a cambiar. Tu burbuja es diferente a mi burbuja y bueno, a pesar de que yo me sienta terriblemente atraída con ella sé que no serviría de nada. Tu estás ahí y yo estoy aquí y nada se puede cambiar.

2 comentarios: