martes, 13 de septiembre de 2011

Por activa o por pasiva ahí está. Agazapado entre la maleza esperando el momento en el que me encuentro más vulnerable para abalanzarse sobre mí y despojarme de todo.  Y cuanto más me alejo, viene corriendo con más fuerza, con más furia, con más ganas. Cómo somos las personas que rechazamos lo que tenemos al alcance de nuestras manos y anhelamos aquello que no poseemos. Es así de simple. En cuanto se da cuenta de que me ha perdido, se acuerda de mi existencia y cuando me tiene a escasos cinco milímetros me rechaza. Dime entonces qué pasa, qué te pasa. Este estado dubitativo me descompone las entrañas y me divide en cien mil partes. No puedo estar más tiempo así, ¿no te das cuenta de que no es bueno?. Supusimos encontrar las dos mitades dentro de dos medias mitades que ya estaban partidas. Encajaban a la perfección pero les faltaba otro pedazo. Las rellené de papel y el papel se pudrió. Las rellene de arcilla y la arcilla se secó. Las rellené de plastilina y la plastilina se deshizo. Ya no me quedan materiales, date cuenta. Ya no sé. No puedo. Y mira que intento por todos los medios olvidarme de ti, rehacer mis deshechos, encontrar una válvula de escape y un superhéroe que me rescate de este mar de tempestades que me ahoga... pero no existe. Todo es tan efímero como una miga de pan. ¿Qué pretendes que haga? No me recrimines por no haber querido apostar por mi última baza, no poseía triunfos,sólo desgracias y por eso me escapé. No me regañes, tampoco me lo merezco. Es muy duro levantarse por la mañana y al poner el primer pie en el suelo y observar un dibujo ya me esté acordando de ti, por eso lo quité, y a pesar de que no esté colgado en la pared me sigo acordando porque existe un espacio en blanco, algo que falta. Somos tan tremendamente iguales que me abruma la idea de poder compartirlo todo porque no sé cómo demonios sorprendente con algo nuevo, de forma inexplicable nuestros recuerdos pasados parecen recuerdos de ambos. El mismo concierto, la misma película, la misma taza de café, la misma sensación, la misma palabra, la misma sonrisa... lo mismo, pero en escenarios y periodos de tiempo distintos, como si nos encontráramos en un magnífico desdoblamiento de personalidad. Tú y yo. Tú y tú. Yo y tú. Yo y yo. Es increíble pero es dañino, no puedo con otra persona igual que yo. Es demasiado complicado y tú lo sabes de la misma forma... Tenemos toda la vida para encontrarnos, si el destino lo quiere. Esta vez lo dejaré en sus manos y renunciaré de nuevo, porque necesito algo más que toda esta pantomima a la que denominamos tiempo.





Celeste magnífico, siempre adorado por la verde hierba de miel.

siempre.

(necesito pantomima, o casi una vida)

3 comentarios:

  1. Hola, soy un fiel seguidor tuyo desde hace mucho tiempo y quería decirte que admiro la capacidad que tienes para expresar tus sentimientos.Muchas veces parece que me estés leyendo la mente y es algo increíble. No dejes de hacerlo nunca porque a mí me ayuda un montón el hecho de ponerle palabras y realidad a cosas que a todos nos pasan en algún momento. Me encanta todo lo que haces y seguramente ya te lo hayan dicho mil veces pero eres increíble,llevas muchos años ya demostrándolo.

    Aphex.

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  2. Me siento tan como tú que me he desmoronado al leerlo.Creo que es de lo más auténtico que hayas podido escribir. O, al menos esta vez, me ha sacudido...

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  3. No sé donde demonios esta esa máquina que duplica a esté tipo de tipo/a con ceguera emocional para no darse cuenta de las cosas.
    No, no lo entiendo, y yo también soy una idiota visceral con correderos de cabeza cada vez más infantiles.
    Lo peor es qué, yo creia que al crecer, iba a aprender al menos a no caer en los mismos errores, ya sabes... A ser más lista, y ese tipo de gilipolleces que a veces a una se le pasan por la cabeza. Pero me he dado cuenta, de que con el paso del tiempo debo de haberme dormido con el culo destapado, porque he cogido un poco de miedo.
    Bueno, la verdad es que ya puestos, te lo diré, bastante... bastante miedo.
    Y cuando voy, y me tiro a la piscina, después de pasar meses intentando olvidar a esa mema, resulta que me lanzo, y digo... A la mierda, ya esta, voy a por todas.
    Y con lo único que me he quedado, a sido con peor sensación.
    Yo no sé si en el fondo los sentimientos ñoños que puedes enfocar hacía alguien pueden ser tambien un modo de ser idealizados. De todas formas, lo he intentado.


    Al principio pasaba alguna vez, y ahora... ya soy otra más que te sigue por aquí agazapada.

    M.

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