jueves, 1 de abril de 2010

Debemos 
aprender 
amar 
la 
belleza 
imperfecta 
de
las
cosas. 














(Que son, sin lugar a dudas, las más estimulantes y las más curiosas. Las que valen la pena. La perfección es simple.)

3 comentarios:

  1. Me encanta como has representado gráficamente la idea. Bueno, en general me encanta la estética de tu blog (y el contenido, por supuesto, jejej)
    En cuanto a lo que dices, creo que por supuesto hay que aprender a valorar las cosas sin pretender que sean perfectas, pero en las cosas que creemos o imaginemos hay que buscar la perfección (aún a sabiendas de que no existe) o de lo contrario perderíamos toda la pasión. Es sólo mi humilde opinión, que aún así no contradice en ningun momento el precioso mensaje que intentas mostrar.

    Y tras esta parrafada, enhorabuena por el blog. jejejej

    xx

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  2. Claro que sí Alfredo, debemos intentar hacer todo lo mejor posible, es lógico...pero no debemos obsesionarnos en el resultado. A veces hay cosas menos perfectas que tienen más esencia y producen más cosas que las que son perfectas del todo. Digamos que la perfección es una línea recta y la imperfección un punto de inflexión en esa línea... y ya se sabe que lo que puntos discontinuos llaman la atención... son más misteriosos...


    Pero gracias por el comentario, me gusta que la gente participe en lo que expreso, de veras.

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  3. hay un pintor maravilloso, que seguro conoces, llamado hundertwasser, que decía que la línea recta y perfecta enfermaba a las personas... si te paras a pensar la belleza de la naturaleza es imperfecta, no existe ni una sola línea recta, ni siquiera lo es la línea del horizonte... La rectitud y la perfección es una estúpida invención humana... un saludo, estoy impresionadísima con tu blog, me encanta!!!!!

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